//Cambios insuficientes

Cambios insuficientes

Los tan esperados “cambios”, sin embargo, son insuficientes. Dos semanas después de conocer los catastróficos resultados para la izquierda gobernante, Sánchez Cerén se limita a rotar funcionarios, lo que en lenguaje popular se llama “rueda de caballitos” y que la población percibe como “más de lo mismo”.

Funcionarios como Carlos Cáceres, Tarsis Salomón y Marco Fortín deben estar fuera del gobierno, no removidos a servicio diplomático, secretarías presidenciales u otros cargos de consuelo. Debieron ser destituidos por ineficientes en su trabajo, inconsecuentes con la visión progresista y culpables de errores que provocaron la apabullante derrota electoral del FMLN.

En algunos “cambios”, además, no se observó el elemental principio de idoneidad, como en el Ministerio de Economía y la Secretaría de Comunicaciones. El Presidente tampoco separó de sus cargos al viceministro de Salud Julio Robles Ticas, a la ministra de Medioambiente Lina Polh, al presidente de CEPA Nelson Vanegas, al secretario de Vulnerabilidad Jorge Meléndez, entre otros funcionarios impresentables.

Los “cambios” son limitados. Sánchez Cerén debió reestructurar completamente su gabinete desechando a funcionarios espurios, incorporando a otras personas y proyectando nuevas alianzas de cara a las presidenciales del 2019. Esto incluye también la sustitución de muchos mandos medios.

A la ausencia de cambios reales en el Ejecutivo, se suma la falta de cambios en el FMLN. El partido de gobierno urge de relevos, al menos, en sus secretarías de Movimientos Sociales, de Organización y de Comunicaciones.

La falta de cambios en el partido y la rotación de funcionarios gubernamentales aleja aún más las posibilidades electorales de la izquierda salvadoreña. El mesiánico alcalde capitalino Nayib Bukele y los oligarcas precandidatos areneros Carlos Calleja y Javier Simán, se frotan las manos.

Oscuros nubarrones asoman en el horizonte nacional.