//Editorial 08-Marzo

Editorial 08-Marzo

Una de estas demandas es el cese de la violencia, que va desde la violencia simbólica hasta la violencia más extrema contra la mujer: el feminicidio. Según cifras oficiales, en el año 2015 hubo 574 muertes violentas de mujeres, en 2016 hubo 523 y en 2017 ya se registran 54 feminicidios, la mayoría de los cuales están impunes.

Otra demanda de las mujeres se refiere a mejores condiciones laborales, sobre todo en las maquilas. Las maquilas siguen siendo espacios de violaciones de derechos y explotación laboral: acoso y malos tratos, jornadas extenuantes, metas inalcanzables, falta de pago de horas extras, apropiación de cuotas del ISSS y AFP, no aplicación del incremento al salario mínimo, etc.

La despenalización del aborto terapéutico, ético y eugenésico es también demanda sentida de las mujeres. El aborto voluntario debe permitirse cuando esté en peligro la vida de la madre, en caso de violación sexual y cuando existan malformaciones congénitas en el feto.

Estás y demás demandas de las organizaciones feministas deben ser también demandas de toda la sociedad: todos los sectores deben actuar en favor de la no violencia hacia las mujeres, condiciones laborales dignas y despenalización del aborto. La mujer tiene el derecho a decidir sobre su propio cuerpo y a optar por el aborto en los casos antes mencionados.

Debería ser vergüenza nacional que mujeres pobres y sin educación sexual que tienen abortos accidentales son procesadas como asesinas y condenadas a severas penas de cárcel. Es reprobable que en estos casos Fiscalía y Sistema Judicial se muestren implacables, mientras que en otros más graves actúan condescendientes.

Superar la desigualdad entre mujeres y hombres debe ser una apuesta impostergable: en los salarios, en la vigencia de derechos, en la participación política y demás aspectos donde las mujeres están siempre abajo de los hombres. Esta desventaja histórica de las mujeres frente a los hombres propicia la violencia misógena y es resultado del sistema patriarcal y machista imperante.

Así que este 8 de marzo, y todos los días, debemos todas y todos reivindicar los derechos de las mujeres, manifestarnos contra la violencia de género y proponernos la superación del modelo patriarcal, machista y capitalista que es por analogía violento contra las mujeres.